La industria textil europea desea un mejor control químico de las importaciones

Por:

Matthieu Guinebault

Traducido por
Diana León Banda

Publicado el
16 sept. 2021

La confederación europea del sector textil y de la confección, Euratex, lanza el proyecto Reach4textiles. Para ser justos con los actores europeos, que cumplen las normas Reach sobre el uso de productos químicos, la industria quiere un mejor control de los textiles importados en estos aspectos.

"Los datos indican que el avanzado marco normativo (Reach) no se complementa con un sistema de control igualmente avanzado o eficaz a escala de la UE, capaz de garantizar el cumplimiento, especialmente en el caso de los productos importados", afirmó Euratex.
 
"El proyecto Reach4texiles pretende explorar soluciones para una vigilancia justa y eficaz del mercado de productos textiles”, sostuvo la entidad.

Se han fijado tres objetivos para este proyecto, que durará al menos dos años. El primero es bloquear la entrada en la UE de productos que no cumplan los requisitos de la unión. La labor de sensibilización y formación está, además, en la agenda de los implicados en la contratación. También lo es el apoyo a una futura red de profesionales dedicados a la aplicación de regulaciones químicas de la UE 2019/1020.
 
"Los retos pueden ser la falta de recursos, las dificultades para identificar los productos de alto riesgo, el coste y la gestión de los ensayos químicos, la falta de métodos de ensayo y el conocimiento de las mejores prácticas", señalo Euratex, que ve cómo este problema se agudiza con las ventas online.
 
"Como resultado, los productos que no cumplen el reglamento Reach se enfrentan ahora a pocas o ninguna barrera de entrada al mercado. Esto no sólo crea un riesgo para la salud de los europeos, sino que también socava la competitividad de las empresas responsables que están tomando todas las medidas necesarias para cumplir la normativa.
 
Cada año, casi 28 000 millones de prendas de vestir circulan por la Unión Europea. En el 80 % de los casos, estos productos proceden de fuera de la UE. Se trata de una cantidad enorme, pero sigue siendo una industria de importación como cualquier otra, que crea dificultades con los controles aduaneros en las fronteras, puertos y aeropuertos del Viejo Continente. En el año 2020, la UE importó ropa por valor de 77 400 millones de euros. De ellos, 59 200 millones proceden de países asiáticos.