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6 abr. 2014
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La italiana Brian&Barry presenta en Milán un concept-store chic e inédito

Publicado el
6 abr. 2014

Milán cuenta con un nuevo templo del lujo y el buen gusto: The Brian&Barry Building Sanbabila. Tal es el nombre elegido por el distribuidor italiano multimarca Brian&Barry para su nueva y descomunal tienda, que fue inaugurada recientemente en Milán, en el número 28 de la vía Durini, cerca de la muy central y comercial plaza San Babila. El punto de venta cuenta con cerca de 260 trabajadores.

En efecto, se trata de un concepto de tienda inédito que reúne moda, gastronomía, belleza, diseño, joyería y tecnología, en un área vertical de 6.000 metros cuadrados al interior de un edificio de 12 pisos.

Es un hermoso espacio con una ambientación sobria y elegante, que por momentos da la impresión de estar en un típico apartamento chic de la burguesía milanesa.

The Brian&Barry Building Sanbabila


Cerca de 70 millones de euros han sido invertidos en este ambicioso proyecto por el grupo italiano BBB, propiedad de la familia Zaccardi. Originarios de Monza en Lombardía, estos comerciantes activos en el sector de la moda desde hace tres generaciones, es decir, 26 años, con el distribuidor multimarca Brian&Barry, adquirieron la marca de ropa masculina Boggi en 2003.

Y fue en la antigua tienda Boggi de la vía Durini en donde Brian&Barry inauguró en dicho año su primer punto de venta en Milán, en un local de tres niveles. El éxito fue tal, que las ventas de la tienda llegaron a representar por sí solas el 15% del volumen total de facturación del grupo, que alcanzó los 130 millones de euros.

En la actualidad, la marca realiza un volumen de facturación de 25 millones de euros por medio de 8 puntos de venta, ubicados principalmente en Lombardía. Con el impulso del éxito de esta boutique, hace dos años el grupo adquirió todo el edificio (un edificio construido en la década de los años 50 por el célebre arquitecto milanés neoclásico Giovanni Muzio) para lanzar su extravagante proyecto, el cual espera rentabilizar en poco tiempo gracias a una proyección de entre 5.000 y 6.000 visitantes diarios, y un volumen de facturación de 40 millones de euros a partir de su primer año.

El concepto Brian&Barry recuerda los típicos apartamentos chic de Milán


“La idea era realizar un lugar en donde pudieran interactuar diferentes tipologías de oferta, por medio de la creación de una nueva experiencia de compra, facilitando a la vez la relación entre los consumidores y nosotros. Hemos decidido no hacer un llamado a los corners, que privan a los puntos de venta de su personalidad. Somos nosotros quienes compramos las marcas y decidimos en donde posicionarlas al interior del almacén. No queremos pretender que sabemos hacerlo todo. Excluyendo la ropa y los accesorios, hemos optado por confiar diferentes niveles en concesión a especialistas”, explica el General Manager del almacén, Cristiano de Lillo, que insiste en el muy elevado nivel de calificación de los vendedores de la marca.

De esta forma, la sección de belleza fue confiada a Sephora, que se instaló en el primer piso con un concepto futurista inédito. La marca símbolo de la gastronomía italiana, Eataly, gestionará los diferentes puntos de comidas (el bar de la planta baja, el restaurante y las comidas rápidas del tercer y cuarto piso), con excepción del restaurante “sartorial” solicitado por la familia Zaccardi. En efecto, la marca creó Asola, un restaurante de alto nivel que domina el noveno y décimo piso, con el chef italiano Matteo Torretta.

En el último nivel de la torre Brian&Barry, las cocinas del restaurante Asola son abiertas al resto del local



En el sótano se encuentra la decoración y los muebles de jardín comercializados por la marca milanesa Ecliss. En la planta baja, el espacio dedicado a la tecnología de IWaboo, con diversos modelos de celulares y accesorios muy particulares.

El segundo nivel está completamente dedicado a la joyería y relojería, dividido entre una oferta multimarca y shops-in-shop.

Brian&Barry estima “ser el único gran almacén en Europa que dedica un piso entero a las grandes marcas de joyería y de relojería de alta gama”.

La selección de los socios se efectuó con gran cuidado, al igual que la de las 200 marcas ofrecidas en los cuatro niveles (del quinto al octavo) dedicados a la ropa y los accesorios de moda. Más allá de la marca propia de Brian&Barry, la torre propone una oferta de vanguardia que reúne tanto a marcas conocidas, como a otras con mercados más específicos o de investigación.

De esta forma, en la sección para mujer, las chaquetas Moncler se codean con las marcas francesas Tara Jarmon y Ellla Luna, o incluso con la neoyorquina Milly y la joven marca italiana 1-One.

El espacio dedicado al “hombre clásico” en el edificio Brian&Barry


En la sección para hombre, la oferta se divide entre los segmentos: contemporáneo, street style, y tradicional. Un nivel está especial y completamente dedicado a la ropa clásica, con una gama de productos de muy alta calidad, generalmente realizados en co-branding con las grandes marcas transalpinas del menswear, como Lardini o Caruso, de forma exclusiva para Brian&Barry.

A esto se suma un muy exclusivo servicio de ropa a la medida, ejecutado por sastres napolitanos bajo la dirección de un joven estilista milanés, que también fue contratado por la marca para diseñar una colección cápsula dedicada al hombre.

“Nos dirigimos a una clientela transversal, tanto milanesa como internacional, con una oferta muy amplia y democrática, que va desde los accesorios con precio de algunas decenas de euros, hasta relojes de 500.000 euros”, concluye Claudio Zaccardi, presidente del grupo BBB.

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