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27 feb. 2017
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La sensualidad de Salvatore Ferragamo fascina en la Moda de Milán

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EFE
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27 feb. 2017

La sensualidad y la feminidad se dieron cita en la Semana de la Moda femenina de Milán con la colección de la casa italiana de moda de lujo Salvatore Ferragamo, que apostó por los vestidos ajustados y los pantalones de talle alto.

Salvatore Ferragamo - Fall-Winter2017 - Womenswear - Milan - © PixelFormula


El diseñador Fulvio Rigoni presentó una serie de prendas en las que los colores neutros, los beige, topo, turquesa muy claros y grises fueron los auténticos protagonistas, aunque también hubo espacio para colores más cálidos como naranjas, morados, rosas fucsia y azules marinos.

Salvatore Ferragamo apostó para la próxima temporada invernal por vestidos sin mangas y cuellos altos, ajustados a la figura y con largo a media pierna, pero también por los pantalones de pinzas y de cintura alta, una tendencia que parece haber vuelto para quedarse.

Los vestidos con tejidos de gasa y seda, de tirantes y escote en pico se dejaron ver en este escaparate de tendencias lombardo junto con los abrigos de paño y los jerséis en tejido de peluche.

La firma italiana también reinventó los tradicionales abrigos de plumas para presentarlos con grandes cuellos, sin mangas o con largos hasta el tobillo.

Los vestidos sin mangas y cuello alto se conjuntaron con ceñidos guantes de piel, muy largos, casi a la altura de la axila.

Los jerséis azules, ajustados y de cuello jirafa se vistieron con faldas de piel en tonos granate, con abertura lateral y abrochadas en la cintura con un sencillo cinturón negro.

El estampado animal pudo apreciarse en algunos vestidos aterciopelados y también en otros con tejidos de gasa que simulan transparencias, pero que no permiten desvelar nada.

Antes de Salvatore Ferragamo había desfilado en Milán la colección de Trussardi, un conjunto de prendas muy contemporáneas que aunaron tendencias actuales como el tejido de terciopelo o los parches decorativos.

Así, el terciopelo sirvió para fabricar conjuntos de traje en tonos marrones, compuestos por chaquetas abiertas y con botones de adorno, y completados con pantalones anchos de cintura alta.

El marrón se utilizó también para los pantalones "palazzo" de cuero, gabardinas largas de doble botonadura, chaquetas masculinas con cuello aborregado y botines altos de tacón, con cordones.

En el guardarropa femenino de Trussardi para la próxima temporada otoño-invierno también se pudieron ver vestidos de tejidos vaporosos en colores granates con estampados florales, blusas con transparencias y vestidos de raso con falda recta y largo por debajo de la rodilla.

Los jerséis de tejido aterciopelado se alternaron con trajes de chaqueta y pantalón ajustados, de rayas diplomáticas y en tonos azules apagados, pero también con chaquetas "biker" en un granate muy oscuro y faldas plisadas, amplias, en colores turquesa oscuro.

Los parches decorativos, una de las tendencias actuales, se lucieron de forma discreta en chaquetas pero también en fulares y en jerséis de punto y lana.

En cuanto a la colección de complementos, Trussardi apostó por los bolsos de asas cortas en tonos granates y marrones y los de bandolera en color azul, marrón y granate, así como por los gorros de lana, los leotardos en tonos rosas y violetas y los guantes de piel.

Finalmente, como calzado sugirió los mocasines para los "looks" de traje y de estética más masculina, y los botines altos de tacón con cordones para las opciones con falda.

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