MADRID - La volatilidad de precios de las materias primas a lo largo de 2011, junto con la globalización económica y la liberalización del comercio han sometido al sector textil a un intenso proceso de cambio y reestructuración, de forma que sólo las empresas capaces de adaptarse sobreviven, según Velilla Confección.

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En concreto, en su valoración anual del sector, la compañía insiste en que variables como el precio del algodón, que marcó durante la pasada primavera sus máximos históricos al alcanzar los 2,5 dólares por libra (1,93 euros), han contribuido a esta serie de cambios.

Asimismo, remarca los cambios de tendencia de indicadores como el Índice de Producción Industrial (IPI) del textil, con una caída del 11,2% en junio y un incremento del 8,5% en enero, el Índice de Cifra de Negocios (ICN) del sector, que cambió de signo hasta en cinco ocasiones en 2011, o el IPC de vestido y calzado, que tras caer entre julio y septiembre volvió a repuntar a partir de octubre.

También alude a la "descomunal" actividad que despliega en este sector el gigante asiático y que ha estancado las exportaciones españolas, incrementando el déficit comercial del textil, en la apuesta empresarial por producir en países como China, India o Marruecos.

No obstante, subraya que la confección de moda en China está dejando de ser rentable para los grandes grupos españoles por el alza de los costes de producción, dejando paso a países como Marruecos, Túnez, Turquía, Rumanía o Hungría.

Así, remarca que firmas como Adolfo Domínguez, Purificación García o Carolina Herrera ya se están planteando trasladar su producción a estos países, mientras que insiste en que Inditex sólo concentra ya el 35% de su producción en Asia.

FABRICAR EN CHINA YA NO ES TAN RENTABLE.

En concreto, la firma remarca que mientras que en 2009 fabricar textil en China podía suponer para una compañía el abaratamiento de los costes entre un 40% y un 45%, ahora la diferencia con países cercanos es inferior al 15%, por lo que ya no es tan rentable.



Por ello, asegura que el traslado de la producción textil al norte de África supone una mejora de las condiciones de la cadena logística, puesto que se tarda menos en traer los productos a España.

Por último, recalca que 2011 también ha sido un año plagado de "incertidumbre" en las exportaciones, ya que en octubre se registró un ascenso del 53,5%, mientras que en septiembre cayó un 11,9%.