Las "curvis" y otras modelos atípicas desfilan en París resaltando el "body positive"

¡Una diversidad de locos! Delgadas o rellenitas, altas y bajas, un centenar de modelos de entre 18 y 65 años desfilaron el domingo en París cerca del centro Pompidou junto a modelos del sexo opuesto para promover el movimiento "body positive".

Frente a la fuente Stravinsky desfilaron vestidos negros idénticos, simbolizando la uniformidad impuesta por la industria de la moda, hasta que las modelos los dejaron caer revelando su cuerpo con lencería sexy. Fueron aclamadas y aplaudidas por cientos de espectadores, turistas y familiares que vinieron a mostrar su apoyo.
 
El desfile lo cerraron hombres vestidos en ropa interior, lejos de los cánones habituales.

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"¡Todo el mundo necesita este movimiento!", declaraba a la agencia AFP Georgia Stein, azafata francoalemana y modelo de "talla grande" que puso en marcha los desfiles "body positive" en París. Este es el tercero que se celebra desde 2018 para denunciar el culto a la delgadez que, según Georgia Stein, hace sufrir mucho a las mujeres que no se consideran "normales".
 
Desfilaron modelos de todos los colores de piel y de todas las morfologías, altas y bajas. La mayor de todas tenía 65 años. "Hay una diversidad de locos", declaraba la modelo.
 
"Sienta muy bien ver a personas sin complejos. Están un poco gordas, pero son muy simpáticas. ¡Bravo por ellas! Hace falta valor para hacer esto", declaraba Dousan Cvetanovic, un jubilado de 67 años, que se pasó por la Plaza Stravinsky para hacer fotos de este singular desfile.
 
Giovanni Maggioni, un italiano de 36 años, elogió el evento y añadió que se debe "crear conciencia contra la estética estandarizada que vemos en la publicidad". "Es bueno que cambiemos esta visión del cuerpo humano", enfatizó.
 
Cédric, un comerciante de 42 años, se mostró más escéptico en cuanto a la necesidad de desfiles así. "En París, hay diversidad y los clichés sobre la belleza han terminado... (pero) si lo hacen, es porque hace falta hacerlo", explicó. 

"Es genial ver todos los pesos y todas las morfologías. Es lo que necesita Francia. Tienen mucho valor, yo no me habría atrevido a desfilar", confesaba Alix Meunier, de 30 años, un ama de casa que acudió a ver el desfile con la familia.

"Es muy positivo para las mujeres que no tienen confianza, es una gran iniciativa. Actualmente miramos demasiado el aspecto físico, es hora de ver las cosas de manera diferente", declaró por su parte Ahammama Bey, de 30 años.