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Rocío ALONSO LOPEZ
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31 ago. 2022
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Las inundaciones en Pakistán repercuten en la industria textil

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
31 ago. 2022

Las dramáticas inundaciones que asolan Pakistán desde hace tres meses han causado el fallecimiento de más de 1130 personas, la destrucción de casi un millón de viviendas y el desplazamiento de 33 millones de pakistaníes por las carreteras. Detrás de las respuestas urgentes a una catástrofe humana que habrá que gestionar a largo plazo, ya se plantea la cuestión de la reconstrucción. El Estado tendrá que ocuparse de un pilar económico que también se ha visto afectado por el mal tiempo: la industria textil. Además de ser un productor clave de ropa para Occidente, este país de Oriente Medio de 220 millones de habitantes es también el quinto proveedor mundial de algodón. Con la mitad de la cosecha destruida, se plantea la cuestión del impacto en la disponibilidad de materiales.


Karachi, el 22 de agosto de 2022 - Shutterstock


En las provincias de Sindh y Punjab, en el este del país, las autoridades tienen claro que la totalidad de las cosechas de algodón y caña de azúcar han sido destruidas.

A nivel nacional, los medios de comunicación han dado la cifra de 2600 millones de euros en algodón destruido por las lluvias torrenciales que asolaron tanto las ciudades como el campo. Más del 45 % de la cosecha nacional de algodón ha sido oficialmente arrasada. Se trata de una cuestión especialmente sensible para el Gobierno pakistaní, en un momento en el que tendrá que prevenir la escasez de alimentos y prepararse para el futuro.

Con el 8,5 % del PIB y el 40 % de los puestos de trabajo del país, el sector textil y de la confección está llamado a desempeñar un papel central en este periodo. Eso sin perder su posición en el sector, a pesar de las infraestructuras y los materiales comprometidos.

En el año terminado en junio de 2022, Pakistán experimentó un aumento del 25,5 % en sus exportaciones de textil-confección, según la Oficina nacional de estadísticas, que habla de 15 400 millones de euros de mercancías exportadas. En este sector, el país fue el año pasado el séptimo proveedor de Estados Unidos (4220 millones de dólares) y el quinto de la Unión Europea (3340 millones de euros).

La Asociación de fabricantes y exportadores de ropa (Pakistan Readymade Garments Manufacturers and Exporters Associatio, o Prgmea) que aún no ha podido responder a nuestras solicitudes de información, afirma contar con más de 500 exportadores en sus filas. Para los responsables, la cuestión ahora es el daño que pueden haber sufrido los empleados de las fábricas, pero también sus infraestructuras.

Pero más allá de la cuestión de la capacidad de producción, la tragedia pakistaní planteará rápidamente la cuestión de la disponibilidad y el precio de las materias primas.


Presión sobre la disponibilidad del algodón



En la temporada 2021/22, Pakistán fue el quinto productor mundial de algodón, con 1,306 millones de toneladas. Aunque muy por detrás de los líderes China (5,8 millones) e India (5,3 millones), la ausencia de toda o parte de la cosecha pakistaní llegaría en un momento delicado para el algodón. Atrapado entre la caída de la producción y el aumento de la demanda, el precio del algodón se había disparado un 47 % en un año, al inicio del ejercicio 2021, antes de volver a caer a 1,317 dólares la libra el pasado mes de marzo.


Se ha iniciado un estudio de carreteras para evaluar el impacto de la tragedia en los ejes logísticos del país - Shutterstock


Según las estimaciones del departamento estadounidense de agricultura (USDA), se espera que Pakistán sea el mayor importador de algodón en la temporada 2022/23 después de Estados Unidos.

Pakistán, gran productor de algodón, es también un gran consumidor. Para poder abastecer sus fábricas a pesar de la devastación, el país pudo aumentar sus importaciones de algodón blanco, lo que provocó una mayor competencia, con el consiguiente aumento de los precios. Las sequías experimentadas este año por los países productores podrían contribuir a este peor escenario. Si se materializa, podría ser muy diferente a la crisis del algodón de 2010/11.

Una crisis que había comenzado en Pakistán. Incluso más que China, India y Brasil, el país sufrió daños en sus cultivos por el mal tiempo del verano de 2010. Posteriormente, cuando Estados Unidos se enfrentó al impacto de la sequía en su propio algodón y cuando China tuvo un exceso de existencias del material blanco, el precio del algodón subió a 1,7622 dólares por libra en la Bolsa de Nueva York. ¡Algo que no se veía desde la Guerra de Secesión!

En ese momento, las marcas reaccionaron masivamente recurriendo a materiales sintéticos. En un momento en el que el aumento de los precios de los hidrocarburos se une a unos costes energéticos y logísticos récord, encontrar una alternativa al algodón puede resultar una tarea más difícil.

 

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