EFE
16 jun. 2016
Las prendas con sello "hand made", el nuevo lujo de Pitti Uomo
EFE
16 jun. 2016
El trabajo artesano y la producción de calidad marcan la diferencia en la feria de moda Pitti Imagine Uomo, una incubadora de tendencias que en su 90 edición las piezas realizadas a mano se consolidan, se muestra como un valor en alza con un gran potencial en la era digital. Son el nuevo lujo.
Hubo un tiempo en el que la ropa y los complementos artesanos, parecía que iban a morir asfixiado por los destellos del prêt-à-porter, pero no ha sido así, sencillamente habían caído en el olvido hasta que diseñadores de gran sensibilidad han sentenciado que el nuevo lujo camina de la mano de la artesanía.
Y con esa filosofía, los españoles, Yolanda Estevez y Pedro Catellanos, construyeron la firma Knitbrary, "con la idea de recopilar los mejores hilados del mundo trabajados su lugar de origen", explicó hoy a Efe Estevez.
Estos diseñadores hacen una producción de piezas con teñido y tejido artesanal, realizado por mujeres peruanas. "Son prendas exclusivas, sin costuras y todas ellas numeradas", dijo Estevez, quien reconoció que "al ser el tejido manual, puede que aparezca alguna imperfección, un sello que da mayor entidad a la prenda".
El objetivo de Knitbrary es que el arte del tejer no se pierda, "que se conserve y que se valore", aseguró esta diseñadora quien reconoció que sus prendas son muy "exclusivas", ya que algunas están tejidas con lana de vicuña, animal del antiplano peruano protegido, que tan solo produce 120 gramos de lana cada dos años.
Es una lana fabulosa, "es el oro de los Andes", afirmó Castellanos, quien reconoció que un jersey puede costar 3.000 euros (3.367 dólares), "un cifra razonable si se tiene en cuenta que se tarda cinco semanas en tejer".
También trabaja bajo el sello artesano la diseñadora Kavita Parmar, una española de origen indio, que está al frente de Ioweyou, una firma que además de trabajar de manera artesanal, quiere que sus prendas hablen de calidad humana. "Es importante que el valor humano no se pierda", puntualizó.
En esta nueva era digital, esta diseñadora quiere utilizar la tecnología para dar mayor importancia a la artesanía. "A través de la redes sociales hay que potenciar la calidad, consumir menos y mejor", advirtió esta joven quien aseguró "que los hilados a mano es la manifestación de años de cultura".
Con esta diseñadora colabora Ana Lamata, una sombrerera que aprendió el oficio junto a Rose Cory, encargada de realizar los tocados y sombreros a la reina Isabel de Inglaterra, la reina madre.
Todos sus diseños los confecciona con la técnica de la sombrerería antigua y "están cosidos a mano", detalló esta diseñadora enamorada de la tradición.
Hasta ahora, la artesanía ha estado menospreciada, "era cosa de mercadillo hippy", indicó Gonzalo Fonseca, fundador de la firma Steve Mono, que define la artesanía como "el lujo de lo imperfecto".
Después de varias ediciones sin acudir a la cita florentina, Fonseca ha vuelto con una colección en la adquiere protagonismo la piel curtida en Cádiz (sur de España) y el lino rústico de Toledo (centro), materiales con las que ha creado bolsos con carácter.
La diseñadora Kotomi Furuta, propietaria de la firma japonesa TibiTie, muestra en Pitti una divertida colección de "botonier" -decoración floral para hombres, que consiste en una sola flor o detalle para el ojal de la americana-, en la que sobresalen modelos elaborados en ganchillo o papiroflexia.
Otra de las piezas que sobresalen en esta feria son los pañuelos unisex de seda pintados a mamo de la marca Mii. "Cada una de estas piezas me lleva quince horas de trabajo", apuntó el diseñador Bapan Dutta, propietario de esta firma, que también realiza bolsos bordados a mano.
¿Y quién compra estos productos? "Personas con gran sensibilidad, viajados y entendidos que valoran el trabajo a mano y la calidad", concluyó Gonzalo Fonseca, un romántico que recorre España en busca de manos primorosas que junto a su diseños den vida a piezas de personales con aire contemporáneo. EFE
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