Los distribuidores daneses boicotean a la marca Ecco por su presencia en Rusia

Diversos actores de la venta de moda online y multimarcas daneses, así como la tienda sueca Boozt, han suspendido la venta de productos Ecco. La decisión responde a que la empresa familiar de calzado y accesorios ha mantenido abierta su flota de más de 250 tiendas en Rusia, mientras que muchas otras marcas internacionales de moda, como Nike y Adidas, han suspendido sus operaciones en el país desde la invasión a Ucrania hace dos meses.

La tienda en línea sueca Boozt, que vende más de 700 marcas de moda, dijo a Reuters que ya no haría nuevos pedidos a Ecco tras la escalada del conflicto en Ucrania. Cinco minoristas y tiendas en línea en Dinamarca, incluida Intersport, dijeron a Reuters que habían suspendido la venta de productos Ecco o que no aceptarían nuevos pedidos de la empresa. La gerencia de Ecco no respondió a las solicitudes de comentarios de Reuters.

"Un valor central de nuestra cultura es que cuidamos a nuestros empleados. Eso es clave para nosotros, y es la razón por la que nos quedamos en Rusia", dijo el presidente ejecutivo Panos Mytaros al periódico Berlingske el mes pasado.

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"Tenemos que ser realistas y entender que Ecco juega un papel muy pequeño en la economía rusa. El petróleo y el gas, por ejemplo, son mucho más importantes. Estamos perdiendo dinero en nuestras actividades en Rusia y, por lo tanto, no pagaremos el impuesto empresarial", añadió.

La compañía respetará cualquier nueva sanción que imposibilite continuar sus actividades en Rusia, dijo Panos Mytaros en ese momento. Ecco, que cuenta con alrededor de 2200 tiendas en todo el mundo, logró una facturación de 1100 millones de euros en 2020.

Sin embargo, el movimiento en contra de Ecco no está muy extendido. El minorista de calzado danés Skoringen ha decidido mantener los productos Ecco en sus estantes. "Lo que tenemos en nuestros estantes no tiene nada que ver con la guerra de Rusia. Fueron comprados por un proveedor danés hace ocho meses", dijo a Reuters el presidente ejecutivo de Skoringen, Frank Sorensen.


Con información de Reuters