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Los sombreros de cholita, objeto de deseo de los ladrones bolivianos

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EFE
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22 dic. 2009

La Paz, 17 dic (EFE).- Los típicos sombreros que usan las cholitas bolivianas se han convertido en un codiciado objetivo de los ladrones en la ciudad de La Paz que roban para su reventa los tradicionales bombines que lucen estas mujeres indígenas como parte de su tradicional forma de vestir.



"Se lo llevaron cuando estaba en el minibús: abrieron la ventana y me lo quitaron", relató a Efe Lola Ramírez, una cholita de La Paz a la que robaron su bombín unos meses atrás y que desde entonces, según cuenta, decidió sustituirlo por sombreros de tela o paja.

Para el comerciante David Chino, que regenta una sombrerería en La Paz desde hace cinco años, esa es una de las consecuencias de estos robos, ya que antes estas mujeres usaban bombines "borsalino", que llegaban a costar más de 200 dólares y ahora los cambian por modelos más económicos o los sustituyen por otro tipo de sombreros.

Los bombines, que mantienen el estilo de los que usaban los hombres europeos a finales del siglo XIX y principios del XX, son un un emblema de distinción entre las cholitas paceñas, que en ocasiones los adornan con broches de oro e incluso con piedras preciosas.

Con ellos cubren su cabello recogido en dos largas trenzas al tradicional estilo de la mujer andina boliviana. El material en el que están hechos es un símbolo del poderío económico de cada mujer, explicó el comerciante al indicar que el textil con el que se confeccionan se importa generalmente de Brasil o Argentina.

De 78 pesos bolivianos (11 dólares) los más económicos a 700 bolivianos (unos cien dólares) los más caros, los bombines de las cholitas, son un objeto fácil de robar ya que las mujeres lo llevan hábilmente sobrepuesto sobre su cabeza, sin ningún tipo de enganche.

Conocidos como "cumbreros", los ladrones de sombreros "van detrás de las cholitas y en un momento que están descuidadas, se lo quitan y se escapan", explicó a Efe Valentín Poma, policía comunitario del módulo Max Paredes de La Paz.

Pese a que la policía paceña no tiene estadísticas, Poma sostiene que "es constante el robo de sombreros a las cholitas", especialmente en esa zona de la ciudad donde se concentran las tiendas donde las mujeres indígenas compran sus prendas, desde las tradicionales polleras hasta mantones, telas y adornos.

Según el agente, en ocasiones la policía consigue detener a los "cumbreros" y llevan los bombines a la comisaría donde las cholitas pueden ir a recuperarlos.

Si logran burlar a la policía, los ladrones llevan los sombreros al conocido como "barrio chino" de La Paz, en la calle Eloy Salmón, donde los revenden junto a otros materiales robados o de contrabando.

"Antes bien se caminaba. Ahora ya no se puede ir ni a una fiesta. Ya no hay seguridad". lamentó en declaraciones a Efe Angélica Mújica, que es secretaria general de los vendedores de la zona de Max Paredes de La Paz, quien criticó que cuando los ladrones son detenidos, los fiscales les sueltan enseguida y vuelven a delinquir.

Mújica explicó que este delito es cada vez más común y que los robos de sombrero de cholita aumentan cada año en Navidad, con el incremento de las ventas en esa zona.

Pero quizás la época más propicia no sólo para los "cumbreros", sino para los ladrones especializados en la cara ropa tradicional boliviana son las fiestas como el carnaval, en febrero, o el tradicional desfile folclórico del Gran Poder, que se celebra cada año entre mayo y junio.

Miles de devotos de Jesús del Gran Poder inundan las calles en esa fiesta para bailar con sus trajes típicos en los que no escatiman recursos hasta el punto de que algunas comparsas tienen que ir acompañadas de guardaespaldas, ya que los vestidos y joyas de las bailarinas pueden superar los cinco mil dólares.

Lorena Arroyo

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