AFP
Rocío ALONSO LOPEZ
24 ago. 2020
Marks and Spencer elimina 7000 puestos de trabajo por el coronavirus
AFP
Rocío ALONSO LOPEZ
24 ago. 2020
La cadena de tiendas Marks and Spencer va a eliminar 7000 puestos de trabajo debido al descenso de la afluencia y el impacto de la pandemia, que causó un daño considerable a los comercios de Reino Unido y los está empujando a reinventarse.
Las noticias económicas continúan de forma similar en todo el país, con anuncios de recortes de empleos casi a diario de marcas muy conocidas para los británicos. La semana pasada fue el turno de Marks y Spencer de presentar un plan social y de recortes de empleo para los próximos tres meses.
El grupo, que emplea a más de 80 000 personas en todo el mundo, explicó en un comunicado que estas reducciones de plantilla se realizarán principalmente de forma voluntaria o mediante jubilación anticipada. Marks and Spencer pretende adaptarse al cambio de hábitos de consumo, que se ha acelerado con la crisis sanitaria, para así centrarse en sus actividades online.
Los recortes afectarán principalmente a las tiendas en Reino Unido o incluso al personal administrativo, precisó Marks and Spencer, que también planea crear empleos de ventas por internet. Sus empleados serán más flexibles y podrán pasar de la industria alimentaria a la confección, o incluso de los productos para el hogar.
“En mayo, anunciamos que aprenderíamos de la crisis para acelerar nuestra transformación y convertirnos en una compañía más ágil en un mundo donde los hábitos de consumo definitivamente han cambiado”, dijo Steve Rowe, director general del grupo.
Las propuestas anunciadas quieren “flexibilizar aún más nuestras operaciones en nuestras tiendas y nuestras estructuras de gestión”. Para Richard Lim, director del gabinete de investigación Retail Economics, esta disminución de personal es “enorme” y el distribuidor “está buscando desesperadamente reposicionarse”.
Marks and Spencer también reveló el fuerte declive en las cifras comerciales este verano, con una caída del 10 % en las ventas entre principios de junio y principios de agosto, a pesar de la reapertura de tiendas. Sobre todo, la marca ha encontrado dificultades en su sector de ropa y productos para el hogar, su talón de Aquiles desde hace años.
La calma antes de la tormenta
Se estima que estos departamentos han sufrido por el distanciamiento físico y una disminución de la afluencia en sus tiendas en el centro de las ciudades o centros comerciales. Por otro lado, las ventas online en este sector aumentaron un 39,2 %, particularmente gracias a sus inversiones para incrementar sus capacidades de distribución.
Las ventas de alimentos aumentaron un 2,5 % durante el mismo período.
Marks and Spencer ahora depende en gran medida de su asociación con el distribuidor de alimentos online Ocado a partir de septiembre. Esta será una novedad para la marca que hasta ahora no ha formado parte de la venta de alimentos online, a diferencia de muchos de sus competidores, uno de los pocos sectores donde la actividad ha aumentado desde el confinamiento.
Para el sector del comercio, la pandemia solo ha empeorado las viejas dificultades de muchas marcas que a veces han crecido demasiado rápido y se han visto muy afectadas por el auge de la parte digital.
Los daños en la restauración ya son considerables, con múltiples quiebras, mientras que la venerable cadena de grandes almacenes Debenhams, que cuenta con 14 000 empleados, lucha por sobrevivir. La compañía, que se declaró en quiebra en abril y recientemente ha eliminado miles de puestos de trabajo, acaba de anunciar que ha contratado a la empresa Hilco para que la ayude a prepararse para una posible liquidación.
“La realidad es que muchos otros distribuidores no lo lograrán y la cantidad de recortes de empleos aumentará cuando el gobierno ponga fin a sus ayudas. Es la calma antes de la tormenta”, advirtió Richard Lim.
Cada vez son más las empresas que temen no poder soportar el golpe de la retirada prevista a finales de octubre del dispositivo de paro parcial, que benefició a 9,6 millones de empleados a principios de agosto.
Algunas cadenas están intentando reinventarse, como las tiendas de alta gama Selfridges, que han suprimido 450 puestos de trabajo y lanzado un servicio de alquiler de ropa de segunda mano o prêt-à-porter, para tener una imagen más “medioambiental”. La marca John Lewis, que cerrará tiendas con 1300 puestos de trabajo en peligro, sigue la misma estrategia y acaba de anunciar el lanzamiento de un sistema de préstamo de muebles.
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