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Marni presenta un magnífico show bajo el puente de Manhattan
Añadamos violonchelista a la ya considerable lista de talentos del diseñador Francesco Risso, quien tocó el instrumento en una orquesta de 80 personas en su desfile del sábado de Marni, al que asistió Madonna. Una sensacional colección del atardecer al amanecer presentada bajo un arco gigante del extremo oriental del puente de Manhattan, en Brooklyn.
"Sufro de opacarofilia, o el amor obsesivo por los amaneceres y las puestas de sol. Esa es la definición de amor luchador", rió Risso, vestido como el resto de los músicos y la veintena de cantantes con bata y pantalón de cirujano de algodón encerado en color ocre y naranja.
Las camisetas naranja zanahoria, los sujetadores melón cantalupo, los pantalones jengibre y los abrigos rojo carmesí evocaban la puesta de sol. Por su parte, los tops en rosa flamenco, los tejidos de punto de burbujas y los pantalones naranja persa evocaban el amanecer.
Entre medias, Risso jugó con múltiples azules celestes en algunas proporciones notables, ya fuera con pantalones de marinero azul ártico de piel sintética o con vestidos de noche de seda blanca y cobalto.
La mayoría de las formas elaboradas estaban hechas de piezas singulares de tela, donde las mangas de los vestidos se unían hasta el dobladillo. Como si los elementos del cuerpo, como los tendones y la musculatura, cobraran nuevas formas y vida. Los bucles y alargamientos reflejan la sensación de infinito que se ve en el horizonte, explicó el diseñador italiano.
Una colección basada en un look book ampliado para un día completo, desde el minuto del cielo más azul hasta el rojo intenso y el naranja del amanecer o el atardecer. Imágenes aleatorias de diferentes momentos.
"Ni el poeta más deprimido del planeta podría no enamorarse de una hermosa puesta de sol. Que, por supuesto, es una ilusión. Porque el sol nunca se pone ni sale realmente, sólo se mueve en un bucle", dijo Risso.
El diseñador salió de la orquesta al final del desfile, agarrado a su violonchelo, que empezó a tocar hace apenas un par de años.
La banda sonora era extraordinaria: una orquesta en directo tocaba un remix de Reconfig, del grupo de sintetizadores ciberpunk Shortwire. Una proeza de colección y un show recibidos con enormes aplausos al final, un acontecimiento tormentoso yuxtapuesto a un elegante conjunto de ropa.
"La idea de una puesta de sol parece muy tranquilizadora y pacífica. Esta colección trataba de crear una sensación de pausa en nuestros ritmos. En la complejidad del mundo en que vivimos, me pareció bien hacer una pausa", dijo Risso.
Descubrió el arco gigante cuando pasaba por allí buscando una ubicación y luego escuchó el sonido del tren, cuyo bucle continuo le pareció conectado a la colección.
Además, todo el espacio ofrece una perspectiva única de Nueva York. Al igual que toda la colección sobre la moda actual.
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