Valencia, 20 sep (EFE).- La mejora de la competitividad de las empresas del sector de la moda pasa por incrementar la eficiencia y eficacia del proceso de producción de las nuevas colecciones, según se desprende de un estudio realizado en colaboración por el Instituto de Biomecánica de Valencia y la Asociación Prêt-à-porter.

Instituto de Biomécanica de Valencia

Así, en el estudio se pone de relieve que la introducción de nuevas tecnologías en el desarrollo de las colecciones permite acortar tiempo, aumentar la competitividad y fortalecer la marca, aspectos determinantes para adaptarse con la mayor rapidez posible a las exigencias de un mercado dinámico y cambiante.

También, según han explicado hoy desde ese instituto, el estudio destaca la importancia de implicar al cliente en el proceso de diseño de las prendas de vestir para mejorar su calidad de vida

El Instituto de Biomecánica de Valencia ha asesorado a las empresas en la sistematización del desarrollo de las colecciones de moda mediante la introducción eficiente de las nuevas tecnologías y como resultado, se consigue acortar tiempo, aumentar la competitividad y potenciar la imagen de marca.

Las ventajas de estas herramientas informáticas -prototipado rápido, internet- son la aceleración del proceso y la posibilidad de reutilizar la información de colecciones anteriores (materiales, patrones, bocetos) y además, facilitan las tareas repetitivas dejando más tiempo al diseñador para el proceso creativo.

La gestión de la documentación asociada al proceso de diseño también mejora con el empleo de aplicaciones informáticas que permite digitalizar los bocetos de las prendas, realizar anotaciones de acabados necesarios para fabricar los patrones, introducir información de materiales y proveedores, así como generar documentación para el correcto seguimiento del proyecto.

La digitalización de los bocetos permite intercambiar información entre los diseñadores y los patronistas de forma precisa, facilitando la subcontratación de prendas o la fabricación en distintos centros de producción además de disponer de un histórico y de poder reutilizar material de años anteriores o hacer modificaciones de forma rápida.

Otra vía de innovación es la utilización en la fase de patronaje de bases de datos antropométricas actualizadas de la población española.

Con estas bases de datos adaptadas al sector textil los diseñadores dispondrían de una herramienta eficaz y de fácil uso para realizar de manera más exacta sus patrones según grupos de edad de la población.

El estudio también apunta la necesidad de introducir la innovación en la fase de comercialización del producto y dice que es recomendable realizar periódicamente un estudio sobre los aspectos característicos que el cliente final ve en la marca y que le diferencian de sus competidores con el fin de potenciarlos en los productos, e introducir mejoras que repercuten en la satisfacción del cliente y su calidad de vida. EFE