Por
AFP
Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
25 mar. 2021
Tiempo de lectura
3 minutos
Descargar
Descargar el artículo
Imprimir
Tamaño del texto

Nike se une a H&M y desata la tormenta en China debido a los uigures

Por
AFP
Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
25 mar. 2021

Nike se convirtió el jueves en la última marca de moda extranjera en sufrir la ira de China tras boicotear el algodón de Xinjiang en medio de las acusaciones de "trabajo forzado" de los uigures.


JOHANNES EISELE / AFP


Xinjiang, en el noroeste de China, lleva mucho tiempo sufriendo atentados contra la población civil, atribuidos a separatistas o islamistas uigures. Pekín lleva varios años imponiendo una drástica vigilancia policial en esa zona.

Según estudios de institutos estadounidenses y australianos, al menos un millón de uigures han sido internados en "campamentos" y algunos sometidos a "trabajos forzados", especialmente en los campos de algodón de la región.

China considera que estos informes están falseados y asegura que los "campamentos" son "centros de formación profesional" destinados a dar empleo a la población para alejarla del extremismo.

En 2020, Nike emitió un comunicado en el que mostraba su "preocupación" por las acusaciones de "trabajo forzado". En ese momento, el gigante estadounidense de artículos deportivos se comprometió a no comprar algodón de Xinjiang.

La región es una zona muy importante de producción a nivel mundial que abastece a muchos gigantes del sector textil.

La declaración de Nike resurgió en la red social china Weibo después de que la Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá impusieran esta semana sanciones contra China por el trato que da a los uigures.

Inmediatamente después, Pekín denunció "informaciones falsas" y sancionó a personalidades y organizaciones europeas como represalia, lo que abrió la puerta a otras posibles reacciones.


El boicot a H&M



Ante la creciente polémica en torno a Nike en redes sociales, un actor y una actriz muy conocidos en China, Wang Yibo y Tan Songyun, anunciaron el jueves que cortaban su relación con la marca, de la que ambos eran embajadores.

"Los intereses del país son lo primero. Nos oponemos firmemente a todas las acciones malintencionadas que buscan desprestigiar o difundir rumores sobre China", ha dicho la agencia encargada de los intereses de Tan.

H&M lleva envuelta en la tormenta mediática desde el miércoles por una declaración similar a la de Nike sobre el algodón de Xinjiang.

La Liga de la Juventud Comunista, organización afiliada al Partido Comunista, desató las hostilidades en la red social china Weibo, en una señal de probable intervención del Gobierno.

"¿Difundir rumores y boicotear el algodón de Xinjiang al mismo tiempo que esperas ganar dinero en China? ¡Tú sueñas!", escribía la liga junto a capturas de pantalla del comunicado de H&M, lo que desató la polémica.

Desde entonces, los productos de la marca han sido retirados de las principales plataformas chinas de venta electrónica. Sin embargo, las tiendas siguen abiertas.

"Hace unos días compré unas cosas de H&M", declaró el jueves a la AFP Liu Xiangyu, un joven chino entrevistado en Pekín a la salida de una tienda de la marca sueca. 

"Las voy a tirar en cuanto llegue a casa", añadió.

"Si una marca hace comentarios inapropiados contra mi país, la boicotearé", dijo Guo Yi, una joven de Pekín, aunque estas posturas patrióticas, dictadas por el entorno social, no siempre van seguidas de efectos duraderos.

¿Sigue Zara?



El instituto Aspi, financiado principalmente por las autoridades australianas pero también por las extranjeras (sobre todo estadounidenses), acusaba a H&M en su informe de abastecerse de estructuras que utilizan mano de obra uigur procedente de "campamentos de reeducación".



Los uigures, que son musulmanes y hablan una lengua turca, constituyen algo menos de la mitad de los 25 millones de habitantes de Xinjiang.

El jueves comenzaron a circular por Weibo otros nombres de marcas que han adoptado posturas similares a las de Nike y H&M: Uniqlo, Zara, Gap y Adidas, sugiriendo posibles sanciones.

Son los últimos de una larga lista de empresas extranjeras que han sufrido la ira de Pekín por abordar un tema políticamente sensible.

Versace, Coach y Givenchy, por ejemplo, se vieron obligadas a pedir disculpas en 2019 por vender camisetas que daban a entender que Taiwán y Hong Kong no formaban parte de China.

El año anterior, la casa de moda italiana Dolce&Gabbana desató la polémica con la publicación de vídeos en Instagram que fueron considerados racistas.

Copyright © AFP. Todos los derechos reservados. La reedición o redifusión de los contenidos en esta pantalla está expresamente prohibida sin el consentimiento escrito de AFP.