La pasarela de novias Atelier Couture recupera su ritmo con diseños artesanos y propuestas de un sector que se va recuperando "poco a poco", donde las novias demuestran saber lo que quieren lucir al pronunciar el "sí, quiero", no se dejan influenciar por las tendencias y crean la suya propia.

Los salones del Palacio de Santoña en Madrid han acogido una jornada de desfiles donde los creadores han puesto de manifiesto que las novias de hoy saben "muy bien lo que quieren", están seguras de sí mismas, ha dicho a Efe este miércoles Silvia Fernández.

La diseñadora leonesa ha dedicado la colección a las mujeres que trabajan en su taller; "mujeres bravas y empoderadas que luchan por un sueño" y que han conseguido mantener el taller en funcionamiento, pese a los malos momentos vividos.

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Con esa intención, ha mostrado diseños para mujeres que "saben lo que quieren", de líneas rectas, elegantes, con botones joya para añadir un plus de sofisticación "de una manera sutil", como los estampados en lazos de organza que caen desde la cintura o los bordados en azul de las mangas.

Diseños con "tejidos de calidad para que la prenda hable por sí misma", fluidos, pero de líneas rectas, para una pieza "que es de un día, pero que tiene que gustar toda la vida", añade Fernández.

Irene Toledano asegura que en su taller de Barcelona las novias "piden diseños sencillos con detalles diferenciadores", por lo que se jacta de no haber repetido un vestido, una razón por la que no hay relación entre una prenda y otra de las que presenta.

Faldas capa, vestidos transformables para mayor comodidad tras la ceremonia y líneas puras componen una colección de costura detallada.

Sofía Brunfman pone en valor la artesanía con la que confecciona sus vestidos de invitada y de novia con su firma By Sophíe. Esta argentina afincada en Barcelona utiliza fibras naturales en vestidos que se van adaptando a la silueta.

Piezas atemporales que conectan con el arte, una costura emocional en la que juega con las capas y las superposiciones, "diseños que quiero que representen a cada persona", con tejidos volátiles y estructuras rígidas.

"Vestidos que no caducan en el tiempo, no son solo de un día", apunta Brunfman.

Las joyas es otro de los apartados a los que una novia presta más atención, asegura Marina García, responsable de diseño de la firma de joyería zaragozana del mismo nombre, la segunda generación haciendo que las novias brillen.

Joyería tradicional artesanal renovada a la que incorporan tecnología 3D, para novias que se "atreven a llevar adornos fuera de la tradición".

Una razón por la que presentan pendientes trepadores, una opción "más futurista", y "backlaces" (collares de la espalda) para resaltar los escotes en esa parte del cuerpo.

"Hay tendencias que nunca pasan, diseños clásicos que resaltan la elegancia sin fantasía o las más románticas y estilo Art Déco".

La diseñadora apuesta por el color oro amarillo en pendientes y recomienda el ágata blanca, "un toque vintage para dar luminosidad a las novias con el cabello más oscuro, más juvenil que las perlas", señala.

Las piedras en rosa empolvado, verde esmeralda o nude son otra de las apuestas para ese día.

Francisco Sánchez y Pedro Carrillo lideran la firma de calzado Franjul. Ambos aseguran que hacen el "zapato que la novia quiere y el que necesita", porque no todas están cómodas con la misma horma.

Seguros de su acierto, proponen zapatos confeccionados en su taller en Madrid, de 11 centímetros de altura, en los que la plataforma continúa siendo tendencia, aunque no en todos.

Aseguran que lo que identifica a las novias actuales es la "libertad, no se sienten condicionadas por la familia, ni por lo que ven. Ese día quieren crear su propia tendencia" y ellos han sido testigos creando botas para un enlace en agosto y sandalias para otro en diciembre.

Diazar diseña para novias luminosas y con brillos mientras que Pomeline apuesta por el volumen y los colores intensos como el naranja o el rosa fucsia para las invitadas.