Nude Project proyecta aperturas en Valencia y Barcelona al tiempo que mira al mercado internacional

Por:

Eva Gracia Morales

Publicado el
14 nov. 2022

Las historias de emprendedores que comienzan sus proyectos de forma humilde y, en apenas unos años, logran generar proyectos de alcance son un ideal, la aspiración de quienes fantasean con establecer una empresa. Hay casos en los que la fantasía se hace realidad casi sin pretenderlo, como el de la firma de moda street wear Nude Project, fundada en 2019 por dos jóvenes de, entonces, 18 años: Bruno Casanovas y Alex Benlloch. La marca cerró 2021 con ventas de 2,6 millones de euros y va camino de superar (holgadamente) la cifra este ejercicio.

Bruno y Alex comenzaron vendiendo las sudaderas de Nude Project en sus universidades. Al poco tiempo llegó lo que ellos consideran un efecto bola de nieve. “Las llevaba todo el mundo en nuestras facultades y el boca a boca hizo que se popularizaran en Madrid y Barcelona”, explican. 

Desde su e-commerce, la marca vende sus diseños a todo el mundo, pero es el offline el canal que marca la diferencia, el que permite a la firma conectar con su público. “Uno de nuestros pilares es la comunicación: sumamos más de un millón de seguidores en las distintas redes sociales y siempre hemos presentado a la marca como si fuese un influencer”, indican.

Un producto convertido en objeto de deseo y una comunicación a la medida de la generación Z dan como resultado las filas a las puertas de la tienda de Nude Project en la calle Fuencarral de Madrid, inaugurada la pasada primavera. “Cada sábado por la tarde hay colas de dos horas y media”, explican los copropietarios de la enseña.

Su viaje en retail comenzó con el formato pop up: la firma ha puesto en marcha desde 2021 diversas tiendas temporales en Madrid, Barcelona o Zaragoza. “Ofrecemos experiencias que van más allá de la ropa y que nos permiten testar en qué ciudades tenemos más tracción. Allá donde abramos una tienda permanente, habremos tenido antes una pop up”, detallan. 

Valencia y Barcelona serán las siguientes ciudades en las que Nude Project inaugurará una tienda permanente. En la primera será durante 2022; en la segunda, a partir del próximo año.

La meta de la empresa de cara a 2023 es replicar su estrategia española en Europa. Un 30 % de las ventas que registra la marca proceden del mercado internacional, por eso planea abrir tiendas temporales en ciudades europeas como París, Ámsterdam o Milán para dar a conocer su propuesta.

“No queremos ser vulnerables al hype”

Junto a su desarrollo en retail, los retos de Nude Project en el medio plazo pasan por diversificar su oferta. “Empezamos con diseños unisex de sudaderas y camisetas, pero no queremos encasillarnos. La mejor forma de no ser vulnerables al hype y aguantar muchos años en la industria va a ser trabajar el producto”, analizan. En este sentido, han lanzado ya su primera colección exclusivamente femenina y buscarán su hueco en categorías como punto o prenda exterior para ofrecer a su clientela un armario completo.

Con la producción concentrada entre España y Portugal, la empresa da empleo a 32 personas, tiene sus oficinas en Barcelona y es propiedad al 100 % de sus fundadores, que, por el momento, no se plantean abrir el capital a inversores. 

En lo económico, Nude Project presume de “ser rentable desde el día 1” y, tras cerrar 2021 con ventas de 2,6 millones de euros, se fijó como objetivo duplicar la cifra de negocio en 2022. “Vamos más que en camino de eso”, concluyen Casanovas y Benlloch. Preguntados por la receta de su éxito, lo tienen claro: “Hacemos la inspiración factible. Que comprarte una prenda signifique ser parte de algo”. ¿Acaso no es esa la pulsión subyacente en la moda?