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Hernandez Sebastian
Publicado el
2 oct. 2022
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París se llena de un espíritu viajero con Leonard, Christian Wijnants, Giambattista Valli e Issey Miyake

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Hernandez Sebastian
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2 oct. 2022

La llamada del mar ha resonado claramente en las pasarelas parisinas en esta primera verdadera semana de la moda femenina tras la pandemia. Para la primavera-verano 2023, más de un diseñador ha exaltado su deseo por las tierras lejanas. Este fue especialmente el caso de los desfiles del viernes, de Leonard Paris, que nos sumergió en una laguna caribeña, de Giambattista Valli, con un viaje a la India, y de Christian Wijnants y su colección en forma de paseo junto al mar. Por su parte, la marca Issey Miyake rindió un emotivo homenaje a su fundador, fallecido en agosto.

Issey Miyake, primavera-verano 2023 - PixelFormula


Un emotivo momento, precisamente, se vivió durante el desfile de la casa japonesa, cuando en la oscuridad de un gran hangar se proyectó sobre las paredes el retrato en blanco y negro del modisto fallecido en agosto, en Japón, a los 84 años, con esta frase escrita de su mano: "Creo que hay esperanza en el diseño". El enorme espacio, apenas iluminado por la luna llena, y unas grandes esculturas cubiertas con sábanas blancas acogieron entonces con sobriedad un desfile delicado y poético sobre las notas discretas de un piano de cola.

Los primeros atuendos minimalistas en blanco y negro aparece bajo una luz blanca. Las piezas de tela están como colocadas sobre el cuerpo. Sujetadas de un solo lado, dejando al descubierto un hombro, cubren la silueta con un simple gesto. Tras este paréntesis, el espectáculo retoma su curso en una sala sumida en la oscuridad, donde estallan los colores en estancias monocromáticas. El amarillo lima de la gabardina cuadrada y el vestido drapeado en espiral alrededor del cuerpo, el rojo de un vestido de jersey plisado chorreado, el rosa de una túnica de líneas onduladas, el malva de un ajustado vestido de punto o incluso el verde de vestidos de mangas onduladas.

El diseñador Satoshi Kondo da forma, amasa y modela como un escultor. Las prendas de punto tienen puntas erizadas en los costados, los brazos y el busto en forma de extraños animales. Hermosos tejidos revelan texturas 3D como bordados. Las chaquetas, capas y ponchos de gran tamaño adquieren el aspecto de un capullo. Un vestido de punto blanco deja ver una sombra negra en su espalda. El espectáculo termina con la refinada coreografía de la compañía "I could never be a dancer" en un momento final de emoción suspendida.

Leonard Paris, primavera-verano 2023 - PixelFormula


Nuevo capítulo en Leonard Paris con el primer show de Georg Lux. El ambiente era eléctrico el viernes por la mañana en la casa parisina, que fue vendida el pasado verano por la familia fundadora Tribouillard al grupo japonés Sankyo Seiko, con su director general Akira Inoue en primera fila. El director creativo se inspira para la ocasión en la época próspera de Leonard, cuando la etiqueta vestía al jet-set de los años setenta, e imagina un viaje al Caribe.

Nos sumerge en el entorno soleado de la isla Mustique, frecuentada en su momento por la princesa Margarita con una fauna de miembros de la alta sociedad y artistas, resucitando motivos de Leonard de los años setenta, a través de grandes flores tropicales y follajes azulados, que se despliegan en una paleta acuática, también amenizada por tonos vibrantes de rosa, naranja y amarillo soleado, en una serie de pequeños vestidos estructurados y vaporosos modelos de gran tamaño.

Caftanes, boubous, vestidos gitanos, pero también pantalones piratas con amplios volantes y trajes de minifalda… Por no olvidar la túnica de macramé turquesa con largos flecos salpicados de borlas doradas, como peces atrapados en la red de un pescador. Todo fluye y rezuma un ambiente de verano despreocupado. Caminando sobre sandalias de plataforma o descalzas, con un par de alpargatas en la mano, protegidas por voluminosos sombreros de playa, las modelos caminaban mientras las hileras de pulseras de colores en sus brazos resonaban, con sus orejas adornadas con grandes anémonas de mar.

Por primera vez, la casa presenta denim en algunas piezas estampadas o rasgadas con motivos de la temporada en relieve. Otra de las novedades es la aparición de tres looks masculinos de espíritu casual chic.

Christian Wijnants, primavera-verano 2023 - ph Dominique Muret

 
El mismo deseo de calidez y despreocupación se sintió en el desfile de Christian Wijnants, quien sueña con playas doradas. Gafas de sol, sandalias o chanclas, con algunos granos de arena todavía pegados a la cara; en el desfile, las modelos regresan de la playa con largas túnicas o caftanes con capucha que fluctúan en los colores del atardecer (amarillo, naranja, malva), adornados con una guirnalda de tela como un collar de flores.

“Después de la pandemia, tuve esta fuerte carga de exotismo y viajes”, nos confía el creador detrás de escena. "Quería celebrar la temporada de verano en forma de un final de día en la playa. Hay frescura y mucho colorido para ofrecer un mensaje positivo y optimista", explica.

Su aireado guardarropa privilegia las sedas lavadas, el lino, el denim blanqueado y los materiales arrugados a través de pantalones holgados, camisas impalpables, vestidos largos sujetos con simples lazos, tops de macramé, gabardinas ultraligeras y bermudas. Los vestidos de algodón blanco están adornados con bordados de ganchillo.

Giambattista Valli, primavera-verano 2023 - PixelFormula


Para su regreso físico a las pasarelas, Giambattista Valli también viajó a un destino exótico. En su desfile, nos llevó a la India, más precisamente a Jaipur, en Rajastán, a la tierra de los maharajás, con mujeres ricamente vestidas con turbantes y adornadas con mil joyas, con la mirada oculta por gafas en forma de estrella.

Los conjuntos simulan en encaje el efecto del respaldo de las sillas de mimbre Thonet, las rosas se apoderan de vaporosos vestidos de gala o suben a lo largo de trajes de organza translúcida, mientras que los conjuntos de pantalón-sujetador están disponibles en encaje rosa.

La colección brilla con mil luces. Desde los pies, con sandalias de gladiador con cordones dorados incrustados de perlas, hasta la frente iluminada por un diamante, como el "Bindi" indio. Los trajes fluyen bajo los cristales y el brillo dorado. Los reflejos dorados encienden los vestidos de princesa en tul o muselina, mientras que en las orejas brillaban grandes pendientes.

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