Sao Paulo, 18 ene (EFE).- La semana de la moda de Sao Paulo comenzó hoy con el toque melifluo de los violines de una orquesta, el melancólico recuerdo de la actriz Carmen Miranda y la impetuosa aparición de la reverenciada modelo brasileña Gisele Bündchen.

Giselle Bündchen

La bella gaucha fue de nuevo la estrella de la marca local Colcci, que encabezó los desfiles de esta vigésimo sexta edición del evento, en el que hasta el próximo viernes propondrá las tendencias para el otoño-invierno 2009, en 39 desfiles que tendrán como escenario la Bienal del Parque de Ibirapuera, en el corazón de Sao Paulo.

El vigor de la más esperada figura de hoy contrastó con la delicadeza de los violines de la Orquesta Sinfónica de Heliópolis, un proyecto social para enseñar la música clásica a los vecinos de una barriada precaria de Sao Paulo, que acompañaron la apertura de la muestra, a cargo de la firma FH, con un desfile dedicado al amor.

El estilista brasileño Óscar Metsavaht continuó con una propuesta de tonos grises y diferentes texturas para su firma, Osklen, que precedió a las exhibiciones de otras marcas como Mario Queiroz, Cori y Priscila Darolt.

El considerado mayor evento de la moda de Brasil llega escasos días después del colofón de la semana de la moda de Río de Janeiro, la segunda del país en importancia, y con la marca de una temática muy brasileña.

El tema oficial, "Brasileirismos", pretende ser un homenaje a la producción local de moda, que copará la pasarela paulista, según los organizadores.

La muestra también dedica un espacio exclusivo para el recuerdo de un icono nacional como la cantante y actriz Carmen Miranda, nacida en Portugal hace cien años, y que se convirtió en un símbolo de la cultura del país tropical con su participación en decenas de películas de Hollywood entre las décadas de 1930 y 1950.

La exposición cuenta con numerosos objetos del acervo personal de esta embajadora de la música brasileña, que en su época fue considerada todo un símbolo sexual por su figura sinuosa, que contrasta con la delgadez de las actuales modelos. EFE

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