SKFK mantuvo sus ventas estables el pasado año y apunta a los 10 millones en 2022

La firma de moda SKFK, que tiene la sostenibilidad en su ADN, mantuvo sus ventas estables (unos 7 millones de euros) en el recién concluido 2021 y apunta a los 10 millones de facturación este 2022. Para alcanzar su meta, la consolidación en el mercado internacional será una de las piezas clave de su estrategia.

“El mercado está revuelto, pero seguimos en nuestra línea, con los proyectos de upcycling y reposicionando la marca a pie de calle con nuevas aperturas”, resume Mikel Feijoo, en entrevista con FashionNetwork.com. La marca cerró el año con la inauguración de dos nuevos espacios, uno en Madrid y otro en Barcelona, en los que presentó su nuevo concepto de tienda.

SKFK se define como “una marca europea”, pues tiene en Alemania y Francia sus mercados más importantes, acaba de incorporar a un nuevo agente para Irlanda y ha empezado a trabajar con una nueva agencia de distribución para Italia.

Por canales de venta, la enseña concentra el 65 % de su facturación en el wholesale, el 15 % en el online y el resto, en retail. En este sentido y para aumentar su red comercial, la compañía se plantea apostar por un nuevo formato, consistente en la transformación de tiendas multimarca en espacios SKFK.

“Estamos hablando con algunas tiendas que comparten valores y filosofía con nosotros, pero que están atravesando momentos duros, para que se conviertan en tiendas SKFK. No se trata de franquicias como tal, sino tiendas asociadas. Es un proyecto que estamos planteando sin prisa y que sería aplicable a España y Europa”, agrega el cofundador de la marca.

En la actualidad, SKFK, cuya sede se encuentra en Lezama (Vizcaya), opera con una red de 500 puntos de venta repartidos en una veintena de mercados. En el entorno online “y tras la resaca de 2020”, la firma trabaja para “posicionarse en más países” y, entre sus planteamientos para el medio plazo, figura su regreso a Estados Unidos, mercado en el que operó entre 2006 y 2019 con estructura propia y donde llegó a contar con tres tiendas monomarca.

Más allá de la distribución, SKFK emprendió hace algo más de tres años un proceso de rebranding que le llevó a cambiar de nombre (antes era Skunkfunk) y adoptar una nueva identidad. ¿En qué punto de ese viaje se encuentra actualmente? “Las marcas son seres vivos y nuestra tarea es acompañarlas. De algún modo, ese proceso seguirá yendo y viniendo de una forma orgánica, para que la marca evolucione junto al producto. Respecto al rebranding, podríamos decir que hemos logrado el objetivo, aunque no en todos los canales funciona igual: en online, por ejemplo, nos hemos situado ante un nuevo público”, expone Feijoo.

En 2019, SKFK lanzó una nueva marca centrada en denim, United Change Makers, que “se mantiene estable y crece de forma orgánica”, según su impulsor.

Con la filosofía de la sostenibilidad en su razón de ser, la empresa avanza decidida hacia una política de “no rebajas”. “Generamos valor, diseñamos nuestros propios tejidos, no bajamos la calidad para hacer rebajas ni nos dejamos el margen en los descuentos. Somos slow fashion desde el día 1”, concluye Mikel Feijoo.

SKFK mantuvo sus ventas estables el pasado año y apunta a los 10 millones en 2022

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