Swatch Group frena su crecimiento en el primer semestre debido a la pandemia en China

El fabricante de relojes suizo Swatch Group ha registrado un aumento de las ventas del 6,5 % en el primer semestre del año, pero la política de "cero Covid" en China ha provocado una disminución de la facturación en el país debido al cierre de tiendas, según anunció el jueves 14 de julio. En el primer semestre del año, el grupo, propietario de las marcas Omega, Longines y Tissot, alcanzó una facturación de 3600 millones de francos suizos (unos 3700 millones de euros/ 3678 millones de dólares), según informó en su comunicado.

La pérdida de ingresos en China ascendió a 400 millones de francos suizos, añadió la empresa, ya que las restricciones sanitarias en ese país le obligaron a cerrar temporalmente las tiendas, al tiempo que interrumpieron sus centros de distribución para la entrega de relojes en China continental y en Hong Kong y Macao, sus mayores mercados.

No obstante, Swatch Group registró un crecimiento de ventas de dos dígitos en Europa, América y Oriente Medio, gracias en parte al éxito del MoonSwatch, una versión más asequible de un modelo emblemático de su marca de lujo Omega.
El modelo, fabricado por su marca de relojes de plástico multicolor, ha provocado largas colas a las puertas de las 110 tiendas donde se distribuye y ha dado lugar a una intensa especulación en las webs de reventa y subastas.

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franc"Las tiendas están registrando una afluencia increíble", dijo Swatch en un comunicado, explicando que la demanda "supera con creces los productos disponibles". "Siempre se agotan poco después de su salida", dijo el grupo.

El modelo de biocerámica, que se vende por 250 francos suizos, fue creado para su famosa marca de relojes de plástico multicolor en colaboración con Omega, inspirándose en uno de sus modelos históricos, el Speedmaster Moonwatch, conocido como el reloj de los astronautas de la misión Apolo 11 de 1969 a la Luna. El MoonSwatch se vende exclusivamente en tiendas, no online, concretamente en 110 boutiques, afirmó el grupo, que ha conseguido así hábilmente que sus clientes vuelvan a sus puntos de venta tras el shock de la pandemia del Covid-19.

El éxito del MoonSwatch también ha impulsado las ventas del modelo histórico de Omega, cuyos precios van desde los 4750 francos, pero pueden superar los 80 000 francos según el nivel de complejidad, hasta el punto de que la marca Omega "se enfrenta a la escasez de entregas", afirma el grupo relojero.

En el primer semestre, su beneficio neto ascendió a 320 millones de francos suizos (325 millones de euros), según la compañía. Este beneficio neto está por debajo de las previsiones de los analistas consultados por la agencia suiza AWP, que esperaban una media de 334 millones de francos (339 millones de euros). Sin embargo, su facturación fue ligeramente superior a las estimaciones, que la situaban en torno a los 3500 millones de francos.

El conflicto ucraniano tuvo un impacto negativo de menos del 1 % en la facturación del grupo, dijo el fabricante de relojes suizo. Sin embargo, con el impacto de la política de "cero Covid" en China, la facturación sigue estando por debajo de los niveles prepandemia.

No obstante, la dirección del grupo está "convencida de que el objetivo formulado a principios de año de un crecimiento de las ventas de dos dígitos en moneda local para todo el año 2022 sigue siendo realista", señaló el comunicado.