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Hernandez Sebastian
Publicado el
26 sept. 2017
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Un Christian Dior feminista y muy funky

Traducido por
Hernandez Sebastian
Publicado el
26 sept. 2017

Muy feminista y, por momentos, no demasiado femenina, la colección de Maria Grazia Chiuri para Christian Dior ha llevado a la casa a un lugar completamente nuevo durante este año, en el que se celebra el 70 aniversario de la legendaria marca.


Dior primavera-verano 18 - PixelFormula


En cada uno de los asientos había una copia del famoso ensayo ‘Why Have There Been No Great Women Artist?’ (‘¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?’) de Linda Nochlin. En la pasarela, diseños arriesgados que recuerdan a principios de los años 70, cuando el ensayo feminista fue escrito y, poco después de que el fervor revolucionario y el deseo por reescribir las reglas de comportamiento, especialmente para las mujeres, tomara un papel importante en las ideas.
 
A pesar de esto, la colección estuvo compuesta por piezas con un importante punto comercial que tienen garantizado el éxito, tal y como ocurrió en los anteriores desfiles de prêt-à-porter de Chiuri desde que comenzara como directora creativa de la casa femenina. De hecho, ha sido misión imposible ir a un desfile en Nueva York, Londres, Milán y ahora París, sin ver a alguien en la primera fila llevando los zapatos a tiras J’Adior de Chiuri. En esta línea, el azul obrero que la diseñadora presentó la última temporada, un cambio radical del gris pálido habitual de Dior, se ha convertido en un imprescindible de la moda.

La pasarela, el telón de fondo y las paredes del espacio se cubrieron con grandes cristales rotos. El gran final incluyó media docena de vestidos de cristal destrozado que terminaban en correas con el nombre de la casa. Todo un símbolo de cómo Chiuri está decidida a romper los códigos de Dior incluso mientras los celebra. El reinado de Chiuri en Dior todavía se siente como una obra en progreso, materializada en la entrada de la carpa de Dior, construida en el jardín del Museo Rodin. Un muro de cemento grumoso, del que se erizaban barras de hierro oxidadas. En la superficie, en letras de medio metro de altura, una cita de Niki de Saint Phalle.


Dior primavera-verano 18 - PixelFormula


 
"Si la vida es un juego de cartas. Nacemos sin conocer las reglas. Sin embargo, debemos jugar nuestras manos. A través de los tiempos, a la gente le ha gustado jugar con las cartas del tarot. Poetas, filósofos, alquimistas y artistas se han dedicado a descubrir su significado".
 
Esta misma artista, y amiga desde hace tiempo del diseñador de Dior, Marc Bohan, cuyo estilo personal peculiar y "su belleza más adolescente que andrógina, pequeña y ardiente", en palabras de Chiuri, estuvo en el corazón de este espectáculo provocador.
 
El desfile de Chiuri empezó con su muy querido azul desvanecido en pantalones vaqueros bajo un suéter bretón en el que se podía leer ‘Why Have There Been No Great Women Artist?’ (‘¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?’). La influencia de Bohan fue evidente en los monos, pequeños mini vestidos y la bandera a cuadros de las chicas Yeh Yeh utilizada en parkas, vestidos de coctel, pantalones y bolsos. También fue evidente en el aspecto de motociclista tipo Evel Knievil, lleno de cuero y lunares. Aunque con una gran dosis de vivacidad de Saint Phalle, ya que cerca de un tercio de los trajes presentaba diseños y dibujos bordados que incluían dinosaurios verdes, árboles de amor, imágenes del tarot, serpientes a cuadros y mujeres sobrenaturales.
 
Mágico, temperamental, travieso y ligeramente loco. Este es un nuevo Dior, pero está claro que es uno que encantará a muchas mujeres.
 

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