Una exposición devuelve a los tiempos en que España marcaba la moda en Europa

Hubo tiempos, los de Miguel de Cervantes y el Quijote, en los que la supremacía de España en el mundo se traducía también en que toda Europa vestía según los dictados de la moda española, como muestra una exposición inaugurada hoy en el Archivo Municipal de Málaga.

"La moda de Cervantes. Trajes y personajes del Quijote", que permanecerá instalada hasta el 7 de mayo, supone el inicio de los actos conmemorativos en Málaga del cuarto centenario de la muerte del escritor.

"A través de la indumentaria, que es nuestra segunda piel, se puede ver la vida cotidiana de ese momento, y también se refleja la psicología, el estatus social y la economía", ha señalado hoy en la presentación el comisario de la muestra, Manuel Sánchez.

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Además de las réplicas de los ropajes que vistieron las distintas clases sociales, desde la realeza y la nobleza hasta el pueblo llano, se puede contemplar armamento e instrumentos como el astrolabio de Lovaina, la brújula o el reloj de sol, y es que España estaba también en la vanguardia de los conocimientos sobre navegación.

Entre las piezas expuestas, que se inspiran fielmente en retratos de autores como Tiziano, figuran los trajes con los que se casaron el emperador Carlos I y la emperatriz Isabel, "cuando el color de gala era el granate, y se consideraba que el mejor terciopelo era el alemán, fabricado con algodón o seda", ha explicado el comisario.

Se muestra también una réplica de la "Perla Pelegrina", la joya con más quilates del mundo, que tras ser descubierta en el siglo XVI en un lugar de tanta actualidad los últimos días como Panamá, sufrió numerosas peripecias, como su apropiación por José Bonaparte en 1808, hasta que en 1969 lució en el cuello de la actriz Elizabeth Taylor tras comprarla en subasta su marido, Richard Burton.

Cosido a mano, como todos los trajes de la exposición, un ropaje del Príncipe Carlos, hijo de Felipe II, se adorna con una piel de lince cuando todavía esta especie no estaba protegida, mientras que de la época de los Austrias se muestra cómo el negro era el color tanto del luto como de la ceremonia.

Los vestidos de las mujeres tenían un armazón que les daba una forma cónica, no sólo con una finalidad estética, sino también, en el caso de la realeza, con la intención de disimular los embarazos, "que eran una cuestión de Estado, y a veces de otras cosas", ha apuntado el comisario.

Un traje que utilizó Juan de Austria incluye un rico damasquinado, mientras que la indumentaria que habría utilizado un hidalgo como el propio Quijote incluía un jubón y una capa de lana merino.

También hay un volumen original del Quijote en edición del siglo XVII, perteneciente a los fondos del Archivo Municipal de Málaga, o la réplica de una imprenta del siglo XVI como la que pudo imprimir los primeros ejemplares de la obra de Cervantes.