La carrera como diseñadora de la actriz estadounidense Lindsay Lohan ha finalizado tras una única colección para la marca parisina Emanuel Ungaro, dejando al mundo de la moda dividido entre si su trabajo fue un desastre o un poco de una muy necesaria diversión.

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La diseñadora de Ungaro Estrella Archs, quien trabajó con Lohan en el criticado desfile del año pasado, mostró el lunes su segunda colección para la casa de moda, y dijo que la actriz no había participado en ella.

"Se tienen altibajos y se aprende mucho, más de los momentos bajos que de los altos", dijo Archs a la prensa entre bastidores cuando se fue preguntada por la malas críticas del año pasado junto a Lohan, que participó como asesora artística.

"Siento que debo trabajar, trabajar y trabajar (...) he hecho esto durante mucho tiempo, con distintas personas y casas y creo que esa es la mejor medicina", sostuvo Archs, al borde de las lágrimas.

Su colección conjunta acaba de llegar a las tiendas, pero Lohan se ha vuelto a pasar al lado de las compras desde la producción de moda. Fue vista en Roberto Cavalli en Milán y fue invitada el viernes a Dior en París, pese a que llegó tarde y se perdió el desfile.

Archs, quien no tiene una carrera en el mundo del entretenimiento en la que apoyarse, ha seguido en Ungaro, donde presentó una colección otoño/invierno de vestidos cubiertos de joyas y pantalones con estampados de leopardo.

Mounir Moufarrige, director ejecutivo de la firma entonces, tenía la esperanza de que la estrella de "Chicas malas", pudiera revivir la marca. Moufarrige renunció en diciembre, semanas después del desfile de Lohan.

La casa parece estar ahora desconcertada sobre si debe pretender que la colección de Lohan nunca ocurrió o si debería estar orgullosa de su conexión con Hollywood.