París - Alexander Wang rindió homenaje a los orígenes de Balenciaga en su primera colección para esta casa, que presentó el jueves en la Semana de la Moda de París, en una jornada en la que Manish Arora descubrió su elegancia de eclosión contenida.

Wang, de 29 años, se adentró en los archivos de la firma fundada por el guipuzcoano Cristóbal Balenciaga en el primer desfile de esta nueva etapa, tras los 15 años de Nicolas Ghesquière como director artístico.

El blanco y el negro dominaron los volúmenes redondeados, las superposiciones de cortes decididos y geométricos, la rigidez en movimiento y los estampados inquietantes de estos modelos de "prêt-à-porter" para el próximo otoño-invierno.

El modisto californiano de raíces taiwanesas diseñó unos modelos exquisitamente sobrios y de limpia elegancia, entre los que destacaron los chalecos de espalda larga y circular, los pantalones de cintura alta y drapeada o las faldas pétalo.

Wang, cuyo nombramiento como director artístico de Balenciaga fue anunciado a principios de diciembre pasado, demostró que sabe adaptar su talento a las exigencias de una firma diferente a la que lleva su nombre y con la que desfila en la Semana de la Moda de Nueva York.

Manish Arora desplegó su creatividad sobre la pasarela parisiense con su habitual colorido aplicado a cortes sofisticados y con una joyería al servicio de la colección.

"La inspiración fue (el festival) Burning Man, en un viaje que hice el pasado septiembre al desierto de Nevada", aseguró a Efe Arora, al referirse a esta cita anual en Estados Unidos que aborda, entre otros temas, la creación artística.

El modisto indio se apoderó del cielo de este ambiente e imprimió las nubes en unos modelos tremendamente alegres que se concretaron en vestidos "peplum", con un volante superpuesto, cinturas marcadas y bordados de pedrería negra.

"No quiero que la gente se olvide de que soy indio", confesó Arora respecto a sus líneas suaves, su eclosión de color y sus accesorios siempre llamativos y exóticos.

Sobresaliente fue su conjunto de falda de tubo mostaza con brocados negros, su blusa de napa frambuesa con lunares, sus pantalones pitillo verde botella con incrustaciones de diferentes tonalidades de la paleta de color.

También se presentó en la capital gala la primera tienda de la firma Karl Lagerfeld, que contará a partir del viernes con su primer espacio en el séptimo distrito de París y estará dotada de los últimos avances tecnológicos.

El presidente de la compañía, Pier Paolo Righi, explicó a Efe que la elección del bulevar Saint Germain se debió a que "está muy cerca del corazón de Karl, porque aquí ha pasado gran parte de su vida" y anunció que está prevista la inauguración de una decena de establecimientos a lo largo de este año.

La insignia fundada por el que es uno de los modistos más influyentes del momento prosigue su acercamiento al público con este concepto que apuesta por la integración de las tabletas electrónicas en el proceso de compra, ya sea para conocer la colección en la pantalla o para fotografiarse en el probador y compartir la imagen en las redes sociales.

"Tenemos una colaboración con los zapatos Melissa en Brasil: (se trata de) una cápsula muy bonita e icónica que Karl ha hecho para ellos y que lanzaremos en marzo", aseguró Righi a propósito de los próximos proyectos de la compañía.

En el calendario "off", la diseñadora Fatima Guerrout presentó su colección otoño-invierno, que ha concebido en colaboración con la firma de calzado y accesorios Musette Paris.

Los vestidos de cóctel de seda, con finos tirantes, se combinaron con las botas de piel, mientras un abrigo de lana y lúrex se cerraba con un cinturón de brillantes.

"El encaje también es para el día", defendió Guerrout en un encuentro con Efe en el que mostró sus diseños en negro, mandarina, abeto y azul eléctrico.