Weinsanto abre la Semana de la Moda de París
"Fuera de mi camino", gritó la penúltima modelo del desfile de Weinsanto. Y el público se echó hacia atrás cuando la modelo pasó con unos hombros gigantescos como colofón del desfile inaugural de la Semana de la Moda de París.
Un bolero de terciopelo acolchado de al menos dos metros de ancho, confeccionado con un escote del tamaño de una alcantarilla de calle parisina. Sus mangas rozaban las caras de los invitados de las primeras filas y su cola se extendía tres metros hacia atrás.
Si algo resume el perverso sentido de la fantasía y el humor de Victor Weinsanto, es su capacidad de escandalizar por el alocado surrealismo de sus proporciones.
Procedente del mundo del ballet, Weinsanto inició el show con una bailarina profesional que hacía piruetas con un maravilloso maillot, casi como un alga marina puntillista pero hecha de cadenas, cuentas, fragmentos de plástico y trozos de metal.
Girando por una corta escalera dentro del centro cultural Comme des Garçons en Le Marais. Siendo seguida por una gran sacerdotisa camp con un body de terciopelo negro, una mega capa y un enorme sombrero de halo rematado con hilos dorados.
Aunque hiperteatral, Weinsanto también es capaz de crear ropa comercial de lo más cool: parkas de denim astutamente envejecidas, vestidos de cóctel elásticos de estampado abstracto o corsés descarados de terciopelo con aspecto de estuco.
Para subrayar el estatus de culto de Victor Weinsanto, acudieron otros diseñadores: Jean-Paul Gaultier, Charles de Vilmorin y el ayudante de Rick Owens, Tyrone Dylan.
"¡Bravo! ¡Bravo! Eres muy bueno. Además, eres honesto contigo mismo y generoso. Ha sido precioso y es estupendo que hayas trabajado tan, tan duro", dijo entusiasmado Gaultier mientras abrazaba a Weinsanto en el backstage.
El desfile también confirmó que Victor sabe drapear con aplomo. Como el vestido asimétrico de primera calidad que lució una vampiresa con uñas blancas de cinco centímetros, un ramillete de chokers y un pelo negro digno de una bruja. Mientras que sus gabardinas deconstruidas hicieron que las cabezas asintieran con aprobación.
Weinsanto recibió un gran aplauso cuando salió a saludar. Es admirablemente inclusivo, con un elenco que incluía personas trans, drag queens y modelos de tallas grandes.
Todo ello presentado ante un precioso panel de escayola de Gérard Pigault -que realiza escenografías para Dior y otras grandes casas- creado especialmente a partir del vestido corsé de ave del paraíso final del desfile.
Aunque Weinsanto es una casa incipiente, ya ha alcanzado el estatus de culto. Cientos de fans se congregaron fuera y ni siquiera pudieron entrar en el abarrotado desfile.
"Se trata de que cada uno tenga sus propios objetivos y sueños. Así que no hay una sola dirección, sino más bien un espíritu de amplitud", dijo el diseñador, con el pelo verde para el desfile.
Copyright © 2023 FashionNetwork.com Todos los derechos reservados.
