Zara se rearma en París con una reapertura estratégica a los pies de la Samaritaine

Por:

Triana Alonso

Publicado el
7 jul. 2020

Cuando a mediados de mayo los comercios parisinos volvían a subir la persiana tras dos meses de estricto confinamiento, los establecimientos de la marca gallega se convirtieron en uno de los destinos preferidos de los habitantes de la capital. Los aforos limitados y las nuevas medidas de seguridad no parecieron disuadir en exceso a los clientes, que el día de reapertura ya hacían cola a las puertas del Zara de la Rue de Rivoli y que, progresivamente, van adaptando sus hábitos de consumo a la nueva normalidad. En la víspera del pistoletazo de salida de las rebajas en Francia, que comenzarán el próximo 15 de julio, Inditex da un golpe de efecto en la capital y sube su apuesta por la céntrica zona comercial con la reapertura de su emblemática tienda de la Rue du Pont Neuf, situada a escasos metros del museo del Louvre y del establecimiento de la marca en la calle Rivoli.

Ubicada en el número 15 de la Rue du Pont Neuf, la tienda de Zara volvió a abrir sus puertas el pasado sábado 4 de julio, después de haber permanecido cerrada para llevar a cabo una profunda renovación del espacio, desde ahora ajustado al nuevo concepto y a los principios ecorreponsables de la enseña fundada por Amancio Ortega. Una reapertura que se ha producido conforme a las fechas previstas inicialmente, si bien los emblemáticos grandes almacenes de la Samaritaine suspendieron sus obras durante el confinamiento y pospusieron su esperada apertura hasta comienzos del próximo año.

A través de sus dos plantas y con una superficie total de 2000 metros cuadrados, la tienda presenta las últimas colecciones de la marca tanto para hombre como para mujer en un espacio amplio y luminoso. De líneas blancas y minimalistas, la decoración del renovado establecimiento está presidida por una imponente escalera en espiral, uno de los elementos arquitectónicos emblemáticos que se han mantenido tras la reforma. Según informa la compañía, el proyecto ha sido llevado a cabo por el propio equipo de arquitectos de Zara, con el objetivo de mantener el carácter histórico edificio, adaptando su interior a las necesidades de la marca e incorporando las últimas innovaciones en materia de tecnología y sostenibilidad.

Esta reapertura se produce en pleno impulso del plan estratégico 2020-2022 del grupo gallego, el cual, a través de todas sus marcas, ya cuenta con un total de 7400 tiendas en todo el mundo (282 de ellas en Francia). En el caso de Zara, la enseña cuenta con presencia en 202 mercados gracias a su red de 2000 establecimientos y su tienda online. Tal y como detallaba el presidente de la compañía, Pablo Isla, en la presentación de los resultados del ejercicio 2019, el proyecto destinará 1000 millones de euros al impulso online y 1700 millones de euros a la actualización de la plataforma integrada de las tiendas.

Menos tiendas, pero mayor espacio comercial

Una nueva apuesta por el modelo de negocio del grupo que se asienta, igualmente, en el desarrollo de la digitalización y el impulso de la sostenibilidad, así como en una reorganización de la superficie comercial de las cadenas del grupo. No obstante, si bien esta estrategia supondrá hasta 1200 cierres brutos, Inditex clarificó que irá paralelamente acompañada de un aumento del 2,5 % de sus superficie comercial y hasta 150 aperturas brutas.

Según detallaba el ejecutivo, las absorciones de tiendas se enmarcan en el plan de optimización de la red comercial de Inditex, iniciado en el año 2012, y se aplican a unidades de pequeño tamaño y geográficamente diversificadas, cuyo valor contable no supera los 260 000 euros. "Las tiendas que absorbemos son rentables, pero creemos que la estrategia correcta es la que hemos acelerado en los últimos 3 años", afirmaba con convicción Pablo Isla.

El plan del gigante gallego es claro: menos tiendas pequeñas y apuesta por los espacios de gran tamaño, situados en ubicaciones privilegiadas, como es el caso del nuevo Zara en la esquina de La Samaritaine, con el objetivo de que estas unidades funcionen como plataformas de distribución integradas para el cliente, diluyendo las fronteras entre la tienda online y física. Asimismo, Inditex aspira a que su negocio online represente un 25 % de la facturación total de la compañía, frente al 14 % registrado en 2019.

En el primer trimestre del año, que comprende el periodo del 1 de febrero al 30 de abril, Inditex afrontó unas pérdidas de 409 millones de euros y contrajo su facturación un 44 % hasta 3303 millones de euros, que contrastan con los 5927 millones de euros registrados en el mismo periodo del ejercicio anterior. Una reducción significativa de las ventas del grupo, que coincidió con periodo en el que empresa llegó a cerrar hasta el 88 % de su parque de tiendas físicas a causa del coronavirus y que, no obstante, vino acompañada de un aumento del 50 % de las ventas a través de internet.