Madrid - Jean Paul Gaultier y Ágatha Ruiz de la Prada han consumado este martes un peculiar matrimonio franco-español bien avenido con motivo de la entrega del Prix Diálogo a la Amistad Hispano-Francesa: si ella se confiesa "obsesionada" por el país galo, él considera a España "parte de su corazón".

La entrega de este premio, que reconoce cada año a personalidades que hayan contribuido a las buenas relaciones entre los países vecinos, ha estado presidida por un majestuoso tapiz con motivos de la boda entre la infanta española María Teresa de Austria y Borbón y Luis XIV, el rey sol, en una de las barrocas salas de la madrileña residencia del Embajador de Francia.

"Hoy celebramos otra boda franco-española", ha bromeado Jèrôme Bennafont, embajador de Francia, en referencia al peculiar tándem creativo que forman Jean Paul Gaultier y Ágatha Ruiz de la Prada, dos diseñadores con un imaginario muy particular sobre la pasarela y amantes confesos del país vecino.

"España me cautivó desde pequeño, porque era muy diferente de Francia", ha señalado Gaultier en declaraciones a EFEstilo, quien siente devoción por "la generosidad, el calor, la apertura y la continuación de las tradiciones" del pueblo español, algo de lo que los franceses tienen mucho que aprender, ha añadido.

Uno de los momentos que más le han marcado fue su primera corrida de toros, con los "guapos y estupendos" toreros y sus "maravillosos trajes de luces", y con las mujeres del público ataviadas con preciosas mantillas, dos elementos con los que ha jugado en numerosas ocasiones sobre la pasarela.

Su pasión por lo español se remonta a la infancia, cuando vivía en el País Vasco francés, por lo que cree cosa "del destino" el hecho de que una empresa española como Puig se haya convertido en accionista mayoritaria de su marca.

Igual de fanática por el país vecino se ha mostrado la creadora Ágatha Ruiz de la Prada, que se siente parte de una generación "amante de lo francés", con la idea muy presente de que no podía considerar que había "triunfado" si no había "pasado por Francia".

"No ha habido ni un solo artista español al que no haya cambiado su paso por Francia: Picasso, Balenciaga, Paco Rabanne...", ha señalado la diseñadora en declaraciones a EFEstilo y ha rememorado los tiempos en que iba con su abuela al país galo a comprar mantequilla, galletas, quesos y cómo se moría de "miedo" en la frontera, como si "trajera heroína".

El honor de recibir este premio se ha multiplicado por cien al recibirlo a medias con Gaultier, uno de los diseñadores "más creativos" de su generación, alguien siempre "fiel a sí mismo", ha declarado De la Prada, cuyo primer desfile internacional fue en Burdeos en 1986 y con una tienda en el corazón de París.

Por su parte, Gaultier se ha mostrado "muy contento" por los avances en las relaciones franco-españolas. De hecho, en el último Festival de Cannes, la organización pidió a Rossy de Palma que entregara un premio, lo cual es una muestra más de "la fraternidad" que existe entre ambos países.

Todo ello prueba que la influencia del matrimonio entre María Teresa de Austria y Borbón y Luis XIV perdura con el paso del tiempo. Lo mismo que muchos españoles se vayan a Francia, "pero no los bastantes", ya que se "necesitan muchos más", que aporten "el humor y la alegría de vivir, también cuando hay problemas".