Giorgio Armani apuesta por la moda inclusiva
Giorgio Armani presentó una colección que aboga por un mundo sin fronteras en una tensa mañana de sábado en Milán, en la que miles de antifascistas se enfrentaron a manifestantes antinmigración de extrema derecha en el centro de la ciudad.
"Siempre he trabajado de acuerdo a la época en que vivimos, porque la ropa afecta a nuestro comportamiento y actitud. Por eso he creado para esta temporada una colección rica e inagotable, inspirada por muchas culturas en una especie de oda a la coexistencia en oposición a la exclusión", explicó Armani nada más terminar el desfile, que estuvo seguido de la proyección de la película La Giacca (La Chaqueta) creada por estudiantes del Armani Laboratorio, su centro de investigación para jóvenes.
Fue una de las colecciones más experimentales de los últimos tiempos, creada por uno de los mejores sastres de la historia de la moda. Gran parte de la colección siguió patrones abstractos, destellos de rojo, dorado y morado. Las referencias a otras culturas lejanas fueron sutiles, no literales.
El punto clave fueron las formas esculturales puras del principio; creadas en tonos masilla, cemento y arcilla, evocando elementos del diseño japonés, el minimalismo occidental y la grandeza rusa. Acabó con sombreros de terciopelo de inspiración Tudor y gorros de lana georgianos dignos de un cuadro de Niko Pirosmani. Una colección mixta en la que los chicos lucían trajes de pana de tres piezas y elegantes esmóquines de terciopelo negro.
Puede que no fuera el mejor desfile de Armani, ya que hubo algún experimento que otro que no funcionó del todo bien, pero fue la declaración rotunda de un diseñador octogenario que sigue explorando nuevas áreas por conquistar.
Después del desfile le tocó a Armani sentarse en primera fila para disfrutar de un pase privado de Una Giacca, una gran película creada por ocho estudiantes. Cada uno de ellos había sido seleccionado para ser aconsejado por grandes expertos italianos: desde la leyenda del cine Michele Placido, el director de fotografía Luca Bigazzi (La Grande Bellezza), y la diseñadora de vestuario Gabriella Pescucci (ganadora del Óscar por La Edad de la Inocencia).
"Para mí el cine siempre ha sido una de las principales referencias en el diseño. Así que esto me parece estupendo", explicó Armani sonriendo, antes de la proyección de la película, una ingeniosa historia sobre el empoderamiento de la mujer, ayudada, por supuesto, por una chaqueta masculina de Armani que añade la pizca justa de seriedad a dos jóvenes aspirantes a un puesto de trabajo. Ambas son contratadas.
De la edad de la inocencia a la llamada de Armani a la tolerancia. Un gran mensaje en la era del Me Too.
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