Desfile Loewe en París

Madrid, 30 mar (EFE).- Después de 12 años, Loewe ha presentado su colección otoño-invierno 2011 en el Jardín Botánico de Madrid, a donde ha trasladado una sastrería femenina y romántica, impregnada de clasicismo y belleza española.

El Botánico es el escenario que "ofrece el ambiente íntimo y privado que necesita la centenaria firma para recrear esa idea", ha explicado su relaciones públicas Alejandra de Borbón.

La novedad de esta colección, que ya se vio en París hace unas semanas, han sido las ocho siluetas masculinas, "todas ellas alineadas con los patrones femeninos y exhibiendo muchos accesorios, sobre todo bolsos y carteras de mano", ha afirmado Alejandra de Borbón.

Como corresponde a una marca cuyo prestigio se forjó en la marroquinería, en esta colección, firmada por el británico Stuart Vevers, ha estado muy presente el cuero, eso sí con un tratamiento exquisito y sutil que recreaba aquellos patrones que tan maravillosamente lució Ava Gardner, precisamente en Madrid.

En las 35 siluetas de mujer, Vevers ha impuesto el clasicismo y sensualidad, armas que maneja con mucha sobriedad hasta dibujar una sastrería femenina que ha adornado con detalles de piel con pelo en cuellos y puños.

En esta colección, en la que los pantalones apenas están presentes, han destacado los trajes de chaqueta y los vestidos cortos escotados y estallados, muchos de ellos con llamativos cortes arquitectónicos que realzan la vistosidad de la napa.

Pero la mujer Loewe también puede apostar por faldas evasé, blusas de napa abotonadas al centro y hermosa lazada, cazadoras de tipo aviador y coquetos abrigos.

Para rizar el rizo de la piel, Vevers, de 37 años, ha montado sobre vestidos de napa delicados encajes y pedrería con la que configura vistosas flores.

Para este diseñador, los humildes y serviciales botones le brindan la oportunidad de cerrar y adornar las prendas, piezas que por su naturaleza clásica y exclusiva, precisamente, no requieren ni necesitan ningún aderezo.

Sobre una paleta cromática basada en el beige, el negro y el gris, el rojo, el turquesa, el mostaza y el verde oliva son pequeños apuntes de color que aportan luminosidad y frescura a la colección, tonos que también se vieron en bolsos de dos asas, bandoleras y carteras de mano.

Con esta vuelta a Madrid, Loewe además, de manifestar aún más la identidad española de la firma, así como su artesanía y calidad de la piel, ha querido mostrar la colección ante sus clientes", concluye Alejandra de Borbón.

Isabel Preyler y sus hijas Támara y Ana, la actriz María Valverde y las polifacética Rossy de Palma son algunos de los 250 invitados que han asistido a este desfile "made in Spain". EFE